El blog de Nando Calrissian

«Espía de Dios» de Juan Gómez-Jurado

 Hace poco se ha aprobado en España la Ley Sinde. Mucho se ha hablado ya sobre ello y no es motivo de este blog hacerlo. Menciono el tema porque toda esta vorágine que ha habido estos días ha sido la causante de que leyera este libro y conociera a su autor, a quien probablemente volveré a leer.
 Juan Gómez-Jurado es un escritor que siempre ha estado en contra de la nueva ley aprobada (un artículo suyo al respecto aquí). Por ello Alejandro Sanz tuvo una confrontación con él en la que llegó a decirle algo así como que «si tenía huevos que pusiera su novela online». Dicho y hecho… Juan Gómez-Jurado se la pegó en toda la boca y puso su novela GRATIS en Internet, para que todo el que quiera la descargue.
 Así se creó el movimiento 1libro1euro, donde hasta ahora tres autores han dejado sus libros de manera gratuita (uno de ellos es Manuel Loureiro y su «Apocalipsis Z«), con la única condición de que, si te gusta la novela, dones un euro a «Save the children» (por desgracia el único modo de hacerlo es mediante PayPal y con tarjeta de crédito).
 De manera que esta ha sido la razón por la que «Espía de Dios» se ha puesto la primera en la lista de libros a leer.

 La novela tiene un argumento muy similar a «Ángeles y demonios» de Dan Brown: El Papa ha muerto, dos de los más «papables» cardenales han sido asesinados horriblemente a manos de un psicópata y parece que no serán los últimos. Y hasta ahí las similitudes con la novela. A pesar de que tiene bastantes estereotipos (un cura maduro y atractivo, pero inaccesible; una detective inteligente y guapa;…) tiene bastante ritmo y te mantiene enganchado la mayor parte del tiempo. Conocer de antemano al asesino también ayuda a tener un punto de vista más amplio de todo lo que va sucediendo. Un rasgo que hace más interesante la novela es la inclusión del tema de religiosos abusadores y cómo trata la iglesia este aspecto.

 Le ponemos cuatro fernandos y seguimos con una de las novelas de ciencia ficción que tengo pendientes desde hace bastante: «Metro 2033» de Dmitry Glukhovsky.